Aunque tu ratio de conversión sea bueno, ¡siempre es mejorable!
Supongamos que tienes un buen diseño, un contenido más que decente, una tasa de rebote que indica que tu web está bastante optimizada y cientos o incluso miles de visitas mensuales.
Enhorabuena, todo indica que tu negocio goza de buena salud, al menos aparentemente, porque el signo más claro de buen hacer y eficiencia es tener un ratio de conversión alto.
El ratio de conversión es el número total de visitantes que realizan una cierta acción en tu web.
La acción varía en función de los objetivos de cada negocio, para unos puede ser realizar una compra, para otros rellenar un formulario o suscribirse a la newsletter, por poner algunos ejemplos.
Sean cuáles sean tus objetivos, todas las acciones deben ser medibles y estar enfocadas a mejorar la conversión de tu sitio web. Pero esto no suele ser fácil de conseguir y aunque así sea, ¡siempre es mejorable!
Por ello, te animamos a poner en práctica estos sencillos consejos y a ¡empezar a medir resultados!
Identifica a tus usuarios
Lo primero que tienes que hacer es tratar de definir los diferentes usuarios de tu web.
Seguramente recibas muchas visitas diarias y no todas tienen el mismo perfil, algunos visitantes serán ya clientes, otros pueden entrar por error y otros serán potenciales en busca de información que les haga dar el paso definitivo.
Tenerlos identificados te ayudará a conocer qué buscan y qué debes ofrecerle a cada uno.
Por ejemplo, a tus clientes potenciales les puede interesar descargarse case studies o catálogo de tus productos, mientras que a los clientes ya fidelizados les puede interesar descargar algún informe o realizar directamente una compra (dependiendo de tu tipo de negocio).
Presta atención a tu CTA
El Call to Action o llamada a la acción es el botón o enlace que lleva al usuario a realizar una acción previamente estipulada como conversión “descargas, envío de formularios, compra…”
El CTA requiere muchos aspectos a cuidar como son el copy, el diseño, el botón, la distribución de los elementos, etc.
- Texto: variará en función de a quién va dirigido. Debe orientar al usuario hacia la acción, sin dejar lugar a dudas de lo que tiene que hacer, por lo que tiene que ser claro, directo, conciso y sobre todo, original.
- Diseño: debe ser lo suficientemente atractivo como para no pasar desapercibido, pero evitando distracciones, es decir, elimina todo elemento supérfluo que no aporte valor.
- Todo esto debe venir reforzado por el elemento estrella: ¡el botón!
Debe ser sugerente y persuasivo. Hay estudios que revelan que los botones con forma redondeada, colores vivos y con sombra para simular relieve son más clicables.
Tiene que estar ubicado en el sitio en el que el usuario espere verlo, normalmente al final, además el tamaño debe ser proporcional al resto de elementos.
El copy debe ser creativo, piensa que entre un “Descargar” o “Comprar” y un ¡Lo quiero! puede haber hasta un 30% de diferencia en cuanto al ratio de conversión.
Solicita la información necesaria
Asegúrate de que la información que ofreces a tus clientes o posibles clientes sea de su interés, de ese modo no les importará (en exceso) dejar sus datos a cambio de obtenerla.
Si por ejemplo tienes especial interés en que se descarguen una presentación, lo más sensato es que el procedimiento sea simple y no requiera más de 1 o 2 pasos. Si tienen que dejar sus datos, analiza cuál es la información esencial que necesitas de tus usuarios. Pedir datos en exceso puede arruinar tu ratio de conversión.
Depura el proceso de compra
Si tienes un ecommerce, el momento más sensible de tu web es aquel en el que se realiza el pago. Por ello, el proceso debe estar claro y transmitir confianza. ¿Cómo?
- Si requieres que tus clientes se registren previamente, pídeles los datos personales justos y necesarios como hemos dicho en el punto anterior.
- Comunica bien los pasos a seguir e indica claramente en qué punto del proceso se encuentran.
- Ofrece diferentes formas de pago, agradecerán poder elegir el que más les convenga.
- Contar una Wish list y con la herramienta de recuperación de carrito de compra te ayudará a recuperar a ese cliente indeciso.
Todos estos puntos son grandes aliados a la hora de impulsar tu ratio de conversión.
Testea
Se pueden crear tests A/B de numerosos elementos de tu web como de formularios, layouts, colores, tamaños, CTA, imágenes… no es necesario que lo testees todo, céntrate en tus objetivos más importantes, crea dos versiones de un mismo elemento y mide cuál te da mejores resultados. Te ayudará a ver qué funciona mejor con tus usuarios, a detectar mejoras y a hacer de tu página una herramienta más eficiente.
Analiza tu embudo de conversión
Para conseguir la máxima rentabilidad o conversión, no basta con el testeo, para optimizar cada detalle de tu sitio y detectar errores difíciles de ver a simple vista hay que hacer uso del embudo, porque nos ayudará a conocer en qué momento o lugar el usuario sale de tu web.
Si por ejemplo hay un alto abandono en algún formulario, esto puede indicar que no se entiende o que no está bien formulado.
En definitiva, el funnel te ayudará a tener una idea mucho más clara de hacia dónde tienes que focalizar tus esfuerzos.